Hace 10 días terminó la 9na edición de Vinos de Lujo.
Este año, pisó Rosario por 1ra vez (últimos Viernes y Sábado de Octubre) y después siguió acá entre el Lunes 1ro y el Viernes 5 de Noviembre. Lunes y Martes para distintos tipos de invitados y desde Miércoles abierto a todo el público.
El lugar, como siempre, el Hotel Alvear.
La entrada a $ 120 en la puerta y a $ 100 anticipadas: No aumentó nada!
Una decisión acertadísima y muy inteligente de Fabricio Portelli.
Así, se viene manteniendo en 30/32 dólares los últimos 3 años.
Bien en decir la verdad con la cantidad de bodegas y etiquetas a presentar.
Bien en las copas, como siempre.
Bien en la decisión de quienes dan a degustar los Vinos: gente que sabe en su inmensa mayoría (salvo un par de stands, pero igual tenían por lo menos 1 persona que sabía de verdad).
Bien la preocupación por tener los Vinos a buena temperatura.
Bien el sector de delicatessen (como siempre) y la provisión de agua mineral (ahí y en el saloncito intermedio). Así como el de unos buenos cafés en ese salón recepción.
Mal la cantidad de gente (excesiva mal) que hubo el Miércoles y Jueves entre las 19 y 22 hs. Y el Viernes también, aunque un escalón abajo.
Quizás sea una buena idea ampliar un par de horas la feria (fue de 17 a 23 hs) o tomar la decisión de cambiar a un espacio más amplio.
Mal que el agua para limpiar las copas (en los stands) tuviera mucho cloro. Fue la 1ra vez que pasó y se podía haber compensado con (más) botellas de agua mineral en cada stand.
Resumiendo
A pesar de estos 2 problemas, sigue siendo la mejor feria argentina.
Aplausos a Fabricio Portelli y su organización!
Versión 2009.
Sociales
Un gusto enorme con quienes fui, compartí recorridos o me reencontré (no voy a nombrar esta vez porque la lista sería larguísima y seguro me olvido de alguien... JeJe!!).
Otro gusto enorme fue el reencuentro (o presentación) con gente de las bodegas que le ponen el lomo a la feria (trabajo importante y a veces pesadísimo). Lo mismo: no voy a nombrar para no ser injusto con quienes me olvide (que va a pasar...).
Y tengo que nombrar sí o sí, a algunos enólogos y agrónomos (razas que son ídolos para mí) con los que hablé, como Alejandro Vigil, Alejandro Sejanovich, Roberto Valebella y Estela Perinetti.
No pude saludar a Pedro Rosell, maestro si los hay.
Seguida, viene la nota de los Vinos que probé.
Este año, pisó Rosario por 1ra vez (últimos Viernes y Sábado de Octubre) y después siguió acá entre el Lunes 1ro y el Viernes 5 de Noviembre. Lunes y Martes para distintos tipos de invitados y desde Miércoles abierto a todo el público.
El lugar, como siempre, el Hotel Alvear.
La entrada a $ 120 en la puerta y a $ 100 anticipadas: No aumentó nada!
Una decisión acertadísima y muy inteligente de Fabricio Portelli.
Así, se viene manteniendo en 30/32 dólares los últimos 3 años.
Bien en decir la verdad con la cantidad de bodegas y etiquetas a presentar.
Bien en las copas, como siempre.
Bien en la decisión de quienes dan a degustar los Vinos: gente que sabe en su inmensa mayoría (salvo un par de stands, pero igual tenían por lo menos 1 persona que sabía de verdad).
Bien la preocupación por tener los Vinos a buena temperatura.
Bien el sector de delicatessen (como siempre) y la provisión de agua mineral (ahí y en el saloncito intermedio). Así como el de unos buenos cafés en ese salón recepción.
Mal la cantidad de gente (excesiva mal) que hubo el Miércoles y Jueves entre las 19 y 22 hs. Y el Viernes también, aunque un escalón abajo.
Quizás sea una buena idea ampliar un par de horas la feria (fue de 17 a 23 hs) o tomar la decisión de cambiar a un espacio más amplio.
Mal que el agua para limpiar las copas (en los stands) tuviera mucho cloro. Fue la 1ra vez que pasó y se podía haber compensado con (más) botellas de agua mineral en cada stand.
Resumiendo
A pesar de estos 2 problemas, sigue siendo la mejor feria argentina.
Aplausos a Fabricio Portelli y su organización!
Versión 2009.
Sociales
Un gusto enorme con quienes fui, compartí recorridos o me reencontré (no voy a nombrar esta vez porque la lista sería larguísima y seguro me olvido de alguien... JeJe!!).
Otro gusto enorme fue el reencuentro (o presentación) con gente de las bodegas que le ponen el lomo a la feria (trabajo importante y a veces pesadísimo). Lo mismo: no voy a nombrar para no ser injusto con quienes me olvide (que va a pasar...).
Y tengo que nombrar sí o sí, a algunos enólogos y agrónomos (razas que son ídolos para mí) con los que hablé, como Alejandro Vigil, Alejandro Sejanovich, Roberto Valebella y Estela Perinetti.
No pude saludar a Pedro Rosell, maestro si los hay.
Seguida, viene la nota de los Vinos que probé.
Coincido plenamente, me parece que el lugar les quedo chico. Sobre todo la circulación era complicada y vi a un par de personas que terminaron con la ropa manchada por accidentes.
ResponderEliminar