El renombrado crítico estadounidense Stephen Tanzer calificó los Vinos de Argentina que probó en 2009 y dijo algunas cosas importantes para nosotros.
De esto me enteré por una nota de Gabriela Malizia en Área del Vino y extraje las consideraciones que creo más interesantes.
Textuales
Ninguna categoría ha crecido tan rápidamente en los últimos 7 años en el mercado de Estados Unidos, como Argentina. El catalizador, además de los precios que frecuentemente son notablemente bajos, ha sido la explosiva popularidad del Malbec.
He probado más botellas de vino mediocre que nunca antes, con demasiados Malbec que muestran sabores algo verdes; falta de carnosidad en el paladar y dulzura frutal; evidencias de sobre-extracción y taninos secos y rústicos. En los vinos de alta gama, sin embargo, encontré cada vez más complejidad y nobleza, con perfumes reales, en boca se siente maravillosamente rico y sin fisuras, claridad de sabor y suavidad, con taninos bien maduros.
Durante mis catas de otoño fue difícil evitar la conclusión de que una gran cantidad de productores en Argentina está trabajando con barricas mediocres. Aún cuando sus vinos en teoría, tienen la fuerza para soportar un considerable porcentaje de roble nuevo, la calidad de roble, a menudo no es muy buena. Durante mucho tiempo he encontrado que, como regla general, cuanto más barricas de roble francés son exportadas desde Francia, menor es la calidad (el mejor material se mantiene en casa) y los productores más cuidado deben tener sobre lo que compran. Ésta es una razón para buscar los vinos de las "grandes" marcas. No tengo dudas de que los productores estrellas locales y enólogos como Familia Catena, Héctor Durigutti, Mauricio Lorca, Luis Barraud, Roberto de la Mota, Gabriela Celeste y sobre todo productores de vino de consultoría internacional, como Michel Rolland, Paul Hobbs, Alberto Antonini y Roberto Cipresso, compran las mejores barricas para sus propios vinos y los de sus clientes.
Como en muchas otras regiones de crecimiento, existe el riesgo de que los productores en Argentina están presionando sus uvas más allá de los límites a fin de competir en algunos mercados con vinos descomunales, como el Cabernet de Napa. En muchos casos, trabajan con grandes niveles de alcohol potencial, diluyen con agua el mosto para facilitar la fermentación, dejando algo de azúcar residual para que la boca lo sienta y volviendo a añadir la acidez. Sospecho que en muchos casos, los productores están "sangrado" sus cuvés, para eliminar agua uvas ricas en azúcar y así producir vinos más gruesos con mayor nivel de alcohol. Existe claramente un segmento del mercado que goza engordando los vinos, pese a que esto borra todo carácter de terroir. Es difícil ser optimista sobre cómo vinos con sobre-extracción van a evolucionar en botella. He probado muchos vinos que tienen más de masticables que intensidad del sabor real. En muchos casos, sospecho, lo que se ve ahora es lo que habrá luego y por tanto, no hay por qué guardar estos vinos. Por el contrario, a menudo pierden rápidamente su frescura en el cristal.
Aunque el Malbec reina, se ve entre los vinos más interesantes de Argentina a los blends sobre la base de malbec que incluyen porcentajes considerables de Cabernet Sauvignon, Merlot o Cabernet Franc. Algunos incluso tienen un poco de Syrah, Tannat o Tempranillo. Pero hoy, los mejores tintos argentinos, ya sea 100% Malbec o mezclas, lo son más allá del maquillaje. Simplemente se han convertido en vinos de clase, con perfume de peso y carácter aromático, sedoso, suave paladar medio y taninos de grano fino.
Definitivamente, además, hay que probar el Torrontés. La producción distintiva de este blanco argentino da vinos deliciosamente florales, frutales, perfectos para el aperitivo o primer plato. Si rara vez tienen la intensidad o matiz, para merecer 90 puntos, he probado más ejemplos muy buenos de este año que nunca antes. No es coincidencia que ahora el Torrontés es la categoría de más rápido crecimiento en exportaciones de vino argentino a los EEUU.
Calificaciones
La bodega Catena Zapata fue quien se llevó los máximos aplausos esta vez, pues logró los primeros tres lugares, alcanzando 94 y 93 puntos.
Felicitaciones a Alejandro Vigil (Enólogo Jefe) y su equipo, y Alejandro Sejanovich (Director de Bodegas y Viñedos) y sus colaboradores.
Los puntajes están acá, gracias a Área del Vino.
De esto me enteré por una nota de Gabriela Malizia en Área del Vino y extraje las consideraciones que creo más interesantes.
Textuales
Ninguna categoría ha crecido tan rápidamente en los últimos 7 años en el mercado de Estados Unidos, como Argentina. El catalizador, además de los precios que frecuentemente son notablemente bajos, ha sido la explosiva popularidad del Malbec.
He probado más botellas de vino mediocre que nunca antes, con demasiados Malbec que muestran sabores algo verdes; falta de carnosidad en el paladar y dulzura frutal; evidencias de sobre-extracción y taninos secos y rústicos. En los vinos de alta gama, sin embargo, encontré cada vez más complejidad y nobleza, con perfumes reales, en boca se siente maravillosamente rico y sin fisuras, claridad de sabor y suavidad, con taninos bien maduros.
Durante mis catas de otoño fue difícil evitar la conclusión de que una gran cantidad de productores en Argentina está trabajando con barricas mediocres. Aún cuando sus vinos en teoría, tienen la fuerza para soportar un considerable porcentaje de roble nuevo, la calidad de roble, a menudo no es muy buena. Durante mucho tiempo he encontrado que, como regla general, cuanto más barricas de roble francés son exportadas desde Francia, menor es la calidad (el mejor material se mantiene en casa) y los productores más cuidado deben tener sobre lo que compran. Ésta es una razón para buscar los vinos de las "grandes" marcas. No tengo dudas de que los productores estrellas locales y enólogos como Familia Catena, Héctor Durigutti, Mauricio Lorca, Luis Barraud, Roberto de la Mota, Gabriela Celeste y sobre todo productores de vino de consultoría internacional, como Michel Rolland, Paul Hobbs, Alberto Antonini y Roberto Cipresso, compran las mejores barricas para sus propios vinos y los de sus clientes.
Como en muchas otras regiones de crecimiento, existe el riesgo de que los productores en Argentina están presionando sus uvas más allá de los límites a fin de competir en algunos mercados con vinos descomunales, como el Cabernet de Napa. En muchos casos, trabajan con grandes niveles de alcohol potencial, diluyen con agua el mosto para facilitar la fermentación, dejando algo de azúcar residual para que la boca lo sienta y volviendo a añadir la acidez. Sospecho que en muchos casos, los productores están "sangrado" sus cuvés, para eliminar agua uvas ricas en azúcar y así producir vinos más gruesos con mayor nivel de alcohol. Existe claramente un segmento del mercado que goza engordando los vinos, pese a que esto borra todo carácter de terroir. Es difícil ser optimista sobre cómo vinos con sobre-extracción van a evolucionar en botella. He probado muchos vinos que tienen más de masticables que intensidad del sabor real. En muchos casos, sospecho, lo que se ve ahora es lo que habrá luego y por tanto, no hay por qué guardar estos vinos. Por el contrario, a menudo pierden rápidamente su frescura en el cristal.
Aunque el Malbec reina, se ve entre los vinos más interesantes de Argentina a los blends sobre la base de malbec que incluyen porcentajes considerables de Cabernet Sauvignon, Merlot o Cabernet Franc. Algunos incluso tienen un poco de Syrah, Tannat o Tempranillo. Pero hoy, los mejores tintos argentinos, ya sea 100% Malbec o mezclas, lo son más allá del maquillaje. Simplemente se han convertido en vinos de clase, con perfume de peso y carácter aromático, sedoso, suave paladar medio y taninos de grano fino.
Definitivamente, además, hay que probar el Torrontés. La producción distintiva de este blanco argentino da vinos deliciosamente florales, frutales, perfectos para el aperitivo o primer plato. Si rara vez tienen la intensidad o matiz, para merecer 90 puntos, he probado más ejemplos muy buenos de este año que nunca antes. No es coincidencia que ahora el Torrontés es la categoría de más rápido crecimiento en exportaciones de vino argentino a los EEUU.
Calificaciones
La bodega Catena Zapata fue quien se llevó los máximos aplausos esta vez, pues logró los primeros tres lugares, alcanzando 94 y 93 puntos.
Felicitaciones a Alejandro Vigil (Enólogo Jefe) y su equipo, y Alejandro Sejanovich (Director de Bodegas y Viñedos) y sus colaboradores.
Los puntajes están acá, gracias a Área del Vino.
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