Para brindar se necesitan dos.
Al menos dos copas -o tarros o vasos-, y dos manos que las sostengan.
Alzamos la copa y la chocamos con la del otro, para perpetuar un momento de celebración y, sobre todo, para ofrecerle un buen deseo: salud, felicidad, lo que sea.
Lo miramos a los ojos , y pronunciamos las palabras mágicas.
Bebemos juntos y nos congratulamos con el otro.
Por eso, para brindar, se necesitan al menos dos: dos que ofrezcan y reciban al unísono.
Foto: obra de Cristóbal Chopper Peña y Lillo (clickearla para agrandarla)
Texto: Consejo de Énologos de San Juan
Acá más Arte de Fin de Semana.
chin chin!!
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