El lunes 29 de Diciembre fui a cenar con mi familia a este reducto de Cocina Japonesa en el Bajo Porteño.
Ahora en el 436 de Paraguay, tienen un local que duplica al anterior (nº 412). La decoración es mucho más moderna -para mi muy lograda- y tiene tres niveles, aunque los Tatamis -habitaciones privadas- del subsuelo están pensados para más personas y tienen un costo extra. El 1º piso es más informal -más fashion-.
La separación de las mesas de la PB es la mínima dentro de lo correcto. No es bullicioso -o por lo menos los lunes a la noche... JeJe-. La música ambiental estaba tan baja que no tenía sentido.
La Cocina del Sushi es a la vista como en el anterior local.
El servicio fue correcto, tirando a regular: ciertas mozas tienen poca carrera. Nos terminaron atendiendo tres mozas y solo una -que es la esposa del Cheff (y ahora uno de los dueños)- mostró excelencia. Igual son detalles, nada malo ni grave.
La carta está muy bien explicada -salvo una partecita que está dedicada a la comunidad y no tiene traducción- y es bastante amplia. La de vinos es correcta y la de postres pobre e intrascendente (quizás los japoneses no sean afectos o muy amplios en el tema).
Llevé un Finca Blanco 2004 de Finca La Anita, cuyo descorche finalmente fue cobrado a $ 18. -buen precio y más para lo que sale comer aquí-. Y digo finalmente, porque las dos veces que llamé -para averiguar entre otras cosas si tenían descorche-, me dieron precios distintos y algo más caros. Esto pasa porque no tienen clientela afecta a la costumbre de llevar su vino. Igual, siempre fueron resolutivos y nunca resultó un problema.
El vino estuvo muy bien, pero le presté casi toda la atención a la comida.
En primera instancia pedimos un par de platos calientes y unos de Sushi. Kushi Katsu -Pinchos de Cerdo y Cebolla- y Katsu Curry -Arroz con Curry y Milanesa de Bondiola de Cerdo- y en Sushi, Uramaki Phila -es un Sushi Fusión: un rollito con el alga por dentro y el arroz por fuera, relleno con Salmón Rosado y Queso Philadelphia-, Uramaki Smoke -igual, pero con el Samón Ahumado- y Salmon Niguiris -es un Sushi Tradicional: un bollito de arroz cubierto con un fino corte de Salmón Rosado-.
El Kushi Katsu viene con una mini Ensalada de Verdes y a los pinchos los arman, los empanan y después los fríen. Estuvieron muy bien.
El Katsu Curry trae una milanesa cortada en tiras: era chica aunque gruesa y a buen punto. Y el Arroz Blanco viene separado del Curry -Verduras en Salsa Picante (el picante en el punto justo de lo muy rico)-. Vienen también unos trozos de rodajas de nabo como pickle agridulce muy interesante.
Si no te ofrecen, se puede pedir cuchara (de porcelana) para evitar hacer piruetas con los palitos y el Arroz.
En el Sushi, todo súper delicioso. Aunque los Philadelphia se acababan antes... JeJe
La pasta verde de Jenjibre mejor evitarla (extremadamente picante, anula el gusto), pero las fetas agridulces me gustaron mucho.
Los postres no nos cerraron por tener combinaciones que nunca probamos o nos parecían chocantes, o por lo simplonas. Aunque había dos o tres posibilidades rescatables.
Quizás está de más decir que no hay paneras o cosa para untar en panificados a modo de recibimiento, pero se ve que no es la costumbre y seguramente por eso no se ve tanto gordo japonés... JaJaJa
El precio es alto, pero el Sushi de Irifune es de lo mejor de Buenos Aires.
Mi opinión en Guía Óleo
Ahora en el 436 de Paraguay, tienen un local que duplica al anterior (nº 412). La decoración es mucho más moderna -para mi muy lograda- y tiene tres niveles, aunque los Tatamis -habitaciones privadas- del subsuelo están pensados para más personas y tienen un costo extra. El 1º piso es más informal -más fashion-.
La separación de las mesas de la PB es la mínima dentro de lo correcto. No es bullicioso -o por lo menos los lunes a la noche... JeJe-. La música ambiental estaba tan baja que no tenía sentido.
La Cocina del Sushi es a la vista como en el anterior local.
El servicio fue correcto, tirando a regular: ciertas mozas tienen poca carrera. Nos terminaron atendiendo tres mozas y solo una -que es la esposa del Cheff (y ahora uno de los dueños)- mostró excelencia. Igual son detalles, nada malo ni grave.
La carta está muy bien explicada -salvo una partecita que está dedicada a la comunidad y no tiene traducción- y es bastante amplia. La de vinos es correcta y la de postres pobre e intrascendente (quizás los japoneses no sean afectos o muy amplios en el tema).
Llevé un Finca Blanco 2004 de Finca La Anita, cuyo descorche finalmente fue cobrado a $ 18. -buen precio y más para lo que sale comer aquí-. Y digo finalmente, porque las dos veces que llamé -para averiguar entre otras cosas si tenían descorche-, me dieron precios distintos y algo más caros. Esto pasa porque no tienen clientela afecta a la costumbre de llevar su vino. Igual, siempre fueron resolutivos y nunca resultó un problema.
El vino estuvo muy bien, pero le presté casi toda la atención a la comida.
En primera instancia pedimos un par de platos calientes y unos de Sushi. Kushi Katsu -Pinchos de Cerdo y Cebolla- y Katsu Curry -Arroz con Curry y Milanesa de Bondiola de Cerdo- y en Sushi, Uramaki Phila -es un Sushi Fusión: un rollito con el alga por dentro y el arroz por fuera, relleno con Salmón Rosado y Queso Philadelphia-, Uramaki Smoke -igual, pero con el Samón Ahumado- y Salmon Niguiris -es un Sushi Tradicional: un bollito de arroz cubierto con un fino corte de Salmón Rosado-.
El Kushi Katsu viene con una mini Ensalada de Verdes y a los pinchos los arman, los empanan y después los fríen. Estuvieron muy bien.
El Katsu Curry trae una milanesa cortada en tiras: era chica aunque gruesa y a buen punto. Y el Arroz Blanco viene separado del Curry -Verduras en Salsa Picante (el picante en el punto justo de lo muy rico)-. Vienen también unos trozos de rodajas de nabo como pickle agridulce muy interesante.
Si no te ofrecen, se puede pedir cuchara (de porcelana) para evitar hacer piruetas con los palitos y el Arroz.
En el Sushi, todo súper delicioso. Aunque los Philadelphia se acababan antes... JeJe
La pasta verde de Jenjibre mejor evitarla (extremadamente picante, anula el gusto), pero las fetas agridulces me gustaron mucho.
Los postres no nos cerraron por tener combinaciones que nunca probamos o nos parecían chocantes, o por lo simplonas. Aunque había dos o tres posibilidades rescatables.
Quizás está de más decir que no hay paneras o cosa para untar en panificados a modo de recibimiento, pero se ve que no es la costumbre y seguramente por eso no se ve tanto gordo japonés... JaJaJa
El precio es alto, pero el Sushi de Irifune es de lo mejor de Buenos Aires.
Mi opinión en Guía Óleo
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