Conciencia

Releer unos comentarios en el Blog Wine MDQ, me dió las ganas de hacer una pequeña nota, sobre una faceta de la conciencia ecológica de las bodegas.

La ristra de mensajes se inició a raíz de un Vino de Mala Relación Precio Calidad a $ 49, que viene en una botella de más de un kilogramo de peso.

En mi 1er comentario, puse simplemente (en un marco de ironías) que gastaron demasiado en botella. Pero en el 2do me explayé más:
...Hay que cuidar el planeta y no derrochar recursos por solo tener dinero.
Usar botellas que pesan 2 veces y media lo común, es claramente no pensar en nuestro medio ambiente (usar más recursos materiales -con más energía gastada- y más energía para hacerlas).
No pensar en nuestro ecosistema es una mala actitud, que puede ser originada por ignorancia o a propósito. Y en este caso en particular (botella de más de 1 Kilo para Vino de $ 49), uno de los propósitos más obvios, es tratar de posicionar esa etiqueta dentro de la elite, utilizando la faceta barata de ponerle lo que algunos (por ignorancia) entendían que era más noble: una botella pesada, sinónimo de oneroso, protectivo y vaya a saber que fantasías más.
El camino de usar unos pesos más en un botellón, es mucho más fácil que lograr un vino de mejor calidad, que requiere mejor uva basicamente (una cuestión que a veces ni se puede remediar con años de mejoras en el viñedo), como también usando madera de 1ra (las barricas cuestan muchos euros o dólares), etc..
Si el Vino hubiera sido de buena calidad (acorde al precio sugerido), igual estaba mal derrochar recursos en ese botellón antiecológico...

Entiendo más facilmente lo de poner Vinos íconos (o UltraPremium) en grandes y pesadas botellas, por un concepto de cierto marketing (imagen de gran guarda, poder, etc.). Ahora, cuando veo Vinos de us$ 12 o 20, ya deja de ser entendible.
Pero a pesar de entender cierta parte, no estoy de acuerdo con ninguna.

Este sobrepeso en cada botella, hace gastar más energía en su transporte (porque suma más peso que volumen). Y consiguientemente, gastar más combustibles no renovables (Diesel, Gasoil, Fueloil y Naftas -aviones y algún transporte menor-), que intoxican y oscurecen más la atmósfera con sus residuos y suman al Calentamiento Global.

En fin, lo que alguno puede tachar de tema menor, termina teniendo un montón de consecuencias negativas de corto y largo plazo (y acumulativas), y todo por impresionar a los (posibles o consumados) consumidores de lo que está dentro de la botella (el Vino) por su envase.

Historicamente una botella de calidad nunca significó un botellón pesadísimo: esto es algo nuevo que se expandió por el Nuevo Mundo del Vino y debe terminar. No tiene ningún argumento físico a favor. Solo lo encuentra en el amplio espacio del marketing.

Quisiera que nuestros bodegueros se pusieran en la avanzada ecológica y convergieran en varios puntos progresistas (uno, este del peso de las botellas). No sé si sea tarea para Wines of Argentina, CoViAr o el Estado, pero estaría bueno que seamos pioneros en otra cosa más.