El jueves, el el news de Argentine Wines salió una novedad respecto a nuevas botellas de vidrio ultralivianas.
Los supermercados británicos Tesco (la cadena más grande del país), presentó la botella de vino más liviana del mundo: pesa solo 300 gramos! Y solo para tapa a rosca (Bien!).
Comparando con las botellas normales y sus 420 gramos, hay un ahorro de casi el 30%. Ni hablar con las que se pretende significar la más alta calidad en los vinos super premium y pesan 1,1 kilo.
La idea es ser vanguardia ecológica. Y el ahorro es por varios lados: menos materia prima, menos energía en la fabricación y menos combustible para su transporte.
En el contexto de cada botella, se ahorra vidrio y consecuentemente menos energía para el transporte de sus materias primas y su fabricación. Ya elaboradas, menos combustible en el transporte hasta la bodega y también de la bodega a los comercios.
A mitad del año pasado Bodegas Norton y la fábrica de vidrio Saint Gobain Rayen Curá (Mendoza) desarrollaron unas botellas que pesan un 15% menos que las normales y son la vanguardia argenta.
La prestigiosa crítica Jancis Robinson, además de proponer el almacenamiento subterráneo de los vinos para reducir o evitar gastos energéticos, está haciendo una fuerte campaña contra las botellas pesadas y antiecológicas y los embalajes no reciclables de poliestireno expandido (telgopor).
Y en la misma línea está el Master Wine Tim Atkin, pero yendo todavía más a fondo, pues directamente no prueba más vinos que vengan en botellas pesadas.
El ahorro de energía en la elaboración, envasado o transporte de productos comestibles ahora incide en el nuevo concepto de la Huella de Carbono (que deriva de la Huella Ecológica), que en este caso son los gramos de Carbono (CO2) promedio que se emiten a la atmósfera hasta que ese producto llegue a la góndola del comercio.
Los supermercados británicos Tesco (la cadena más grande del país), presentó la botella de vino más liviana del mundo: pesa solo 300 gramos! Y solo para tapa a rosca (Bien!).
Comparando con las botellas normales y sus 420 gramos, hay un ahorro de casi el 30%. Ni hablar con las que se pretende significar la más alta calidad en los vinos super premium y pesan 1,1 kilo.
La idea es ser vanguardia ecológica. Y el ahorro es por varios lados: menos materia prima, menos energía en la fabricación y menos combustible para su transporte.
En el contexto de cada botella, se ahorra vidrio y consecuentemente menos energía para el transporte de sus materias primas y su fabricación. Ya elaboradas, menos combustible en el transporte hasta la bodega y también de la bodega a los comercios.
A mitad del año pasado Bodegas Norton y la fábrica de vidrio Saint Gobain Rayen Curá (Mendoza) desarrollaron unas botellas que pesan un 15% menos que las normales y son la vanguardia argenta.
La prestigiosa crítica Jancis Robinson, además de proponer el almacenamiento subterráneo de los vinos para reducir o evitar gastos energéticos, está haciendo una fuerte campaña contra las botellas pesadas y antiecológicas y los embalajes no reciclables de poliestireno expandido (telgopor).
Y en la misma línea está el Master Wine Tim Atkin, pero yendo todavía más a fondo, pues directamente no prueba más vinos que vengan en botellas pesadas.
El ahorro de energía en la elaboración, envasado o transporte de productos comestibles ahora incide en el nuevo concepto de la Huella de Carbono (que deriva de la Huella Ecológica), que en este caso son los gramos de Carbono (CO2) promedio que se emiten a la atmósfera hasta que ese producto llegue a la góndola del comercio.
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