Replico un linda nota de Daniel López Roca de Argentine Wines, que empieza hablando del concurso que organiza hace 8 años, para terminar analizando como se entrelazan los jóvenes con el mercado, los nuevos medios de prensa y las bodegas.
VinoSub30, la industria vitivinícola necesita a los jóvenes
VinoSub30 es una competencia especial, no es un concurso más de vinos, es el único en el mundo en que son jóvenes catadores menores de 30 años quienes eligen los vinos que recibirán los premios.
En 2004 realizamos la primera edición del concurso VinoSub30 en Buenos Aires. Fue una idea que partió de la necesidad que veía de acercar los jóvenes al consumo responsable de vinos. De esta manera dándole forma de concurso, fomentaría la cata de vino, o sea el consumo responsable de un producto elegido por su calidad y les daríamos a las bodegas una valiosa información con la que no contaban: cuáles eran los vinos preferidos por los jóvenes.
El concurso se armó siendo éste abierto a la presentación de vinos por parte de todos los productores e importadores de vinos en el país. El protocolo de catas es similar a otros concursos. No se pueden catar más de 45 vinos por día; las tandas son de hasta 15 vinos con un descanso; debe haber un número mínimo de cinco catadores por comisión. La única diferencia fundamental entre VinoSub30 y los demás concursos de vinos es la edad de sus catadores.
Creemos que los jóvenes tienen la tarea de definir el futuro del vino. Hoy no sólo los jóvenes especialistas saben de vinos, de varietales, de sus diversos tipos; hay un interés que se ha desplegado mucho en los últimos años, un deseo de ser conocedor y poder tener una calificada apreciación en el momento de seleccionar un vino. Elegir un vino y saber de él es un signo de distinción, y hoy en los grupos de veintipico en adelante se distingue quien tiene ese conocimiento gourmet. Por eso nos ha interesado descubrir cuál es la preferencia de este segmento, conocer la tendencia en su gusto, saber cómo está llegando al vino y cuáles son los aspectos que destaca.
En 2008 iniciamos la realización del concurso VinoSub30 en España con gran éxito. Nos dimos cuenta que la problemática en los diversos países es la misma: cómo hacer para acercar a los jóvenes que no tuvieron vino en su mesa durante sus primeros veinte años. Nos interesa promover el consumo moderado y valorativo del vino en tanto alimento y parte de nuestra cultura, alejando a los jóvenes del consumo indiscriminado de alcoholes. Buscamos captar con el concurso la atención de los consumidores jóvenes y detectar tendencias de consumo promoviendo el vino como un alimento genuino, natural. El vino hoy comienza a importar al paladar joven, y al acercarlo a los jóvenes éstos serán quienes lo recomienden.
Todos los años abrimos un registro de posibles catadores. Nos llueven las propuestas de jóvenes que quieren venir a catar. Pedimos un curriculum vitae y no admitimos en el panel gente que tenga relación con bodegas o trabaje en una. Hay un enólogo que es responsable técnico de las catas, que pertenece al mismo grupo etario que los catadores.
Las bodegas al principio no entendían bien la propuesta y nos enviaban vinos económicos, rosados, frutados, dulces pensando desde un prejuicio que esos eran los vinos que los jóvenes premiarían.
Hoy luego de años de realizar el concurso podemos decir que los jóvenes se acercan al vino sin prejuicios. No hay un único estilo que privilegien por sobre los demás. Gustan de vinos simples, frutados y económicos, pero también reconocen la calidad en vinos de guarda con madera. Como ejemplo podemos decir que han ganado premios importantes, vinos blancos que en general no son premiados en otros concursos tradicionales y también grandes vinos tintos que, a pesar de no ser los que habitualmente consumen por su precio, son reconocidos por su calidad.
Este año VinoSub30 se realizará en la vinoteca Uva Mystic de Martínez los días 16 al 18 de noviembre. Como todos los años un panel formado por 30 jóvenes catadores degustará y premiará los mejores vinos a su entender.
Otras consideraciones
Los jóvenes consumen, venden y hacen el vino. ¿Cómo los tratan las bodegas?
La conclusión a la que llegamos puede parecer algo dura: las bodegas deberían estar seduciendo a los consumidores jóvenes porque los consumidores adultos no podrán comprar sus vinos por siempre. Es probable que muchos productores, sus agencias de publicidad, sus gerentes de marketing y encargados de prensa no estén aun hablándole a los jóvenes en una manera seria y si lo están no lo están haciendo de la manera que los jóvenes lo prefieren.
Durante estos ocho años en que realizamos el Concurso VinoSub30 escuchamos de los que tienen veintipico que se sienten discriminados por la comunicación que realizan las bodegas.
El problema de este maltrato (o destrato mejor dicho) es un grosero error económico. Hoy son miles los jóvenes subtreinta que intercambian sus experiencias sobre el consumo de vinos en miles de post en Twitter, en Facebook o en sus propios blogs.
La falta de una política de comunicación seria para este creciente grupo de consumidores implica un desconocimiento y una subestimación de su capacidad actual y su potencial futuro.
Es difícil creer que haya gente en la industria que piense que ésta es inmune al impacto de las redes sociales y a sus crecientes comunidades de jóvenes y apasionados consumidores.
Es fundamental conocer cómo hoy las jóvenes generaciones usan las plataformas sociales para intercambiar impresiones y experiencias sobre las marcas de los productos que consumen.
Las marcas ya no pertenecen a las empresas, son de la gente que las elige y hoy más que nunca hay que saber que en las redes sociales especialmente son los jóvenes quienes le han arrebatado el control del mensaje de las marcas.
Sin querer pontificar, me asombra la actitud de las empresas en el negocio del vino que continúan comunicando sus productos con los mismos mensajes que sirvieron en el pasado.
Sabemos que es temprano para pedir a los blogs, a Twitter y a Facebook que nos muestren un cambio substancial en la facturación de las empresas pero debemos entender que es allí donde se desarrollan las conversaciones en que las marcas ganan o pierden su prestigio. Y no podemos pensar que el vino es ajeno al impacto de estas conversaciones. El poder de las redes sociales está afectando gobiernos, ¿no les parece que en alguna manera puedan afectar a las marcas?
Claro está que no todos los productores están errados o carecen de estrategias de comunicación orientadas a los jóvenes y las redes sociales pero este es el momento de pensar si lo que hacen (o dejan de hacer) es efectivo.
No se puede ignorar a una generación para siempre. Los humanos no somos eternos y pasados los 50 es mucho menos lo que podemos llegar a consumir.
¿Cuál sería la razón para que una bodega que hace buenos productos, aceptados por los jóvenes no tiene una política de comunicación orientada a esta franja de consumidores?
El desarrollo de muchos negocios estuvo durante años referido al consume de los adultos. Ellos han hecho que muchos jóvenes conozcan y respeten algunas marcas. Hasta ahora venía funcionando una comunicación que impactó en padres que tienen más de sesenta años y en hijos que hoy tienen cuarenta años o más casi por igual. Además las estrategias se valieron del efecto derrame, de padres a hijos.
Pero con los subtreintas la estrategia merece una revisión importante. La generación subtreinta actual es la mayor que el mundo haya conocido. Son nativos digitales, saben moverse en las redes y saben lo que buscan. Lo interesante es que los jóvenes hoy no están de un solo lado del mostrador. Son muchos los enólogos subtreinta a cargo de importantes bodegas y lo son también los directivos de bodegas, los gerentes de marketing, los periodistas y los blogueros que tienen al vino por materia.
La industria del vino para su crecimiento necesita de los jóvenes consumiendo, haciendo y comunicando el vino a su propia generación. El interés que los jóvenes demuestran por el vino en Argentina es tal que los convierte en una pieza esencial para el desarrollo de una industria sólida en los próximos años. No podemos ocultar esta verdad.
VinoSub30, la industria vitivinícola necesita a los jóvenes
VinoSub30 es una competencia especial, no es un concurso más de vinos, es el único en el mundo en que son jóvenes catadores menores de 30 años quienes eligen los vinos que recibirán los premios.
En 2004 realizamos la primera edición del concurso VinoSub30 en Buenos Aires. Fue una idea que partió de la necesidad que veía de acercar los jóvenes al consumo responsable de vinos. De esta manera dándole forma de concurso, fomentaría la cata de vino, o sea el consumo responsable de un producto elegido por su calidad y les daríamos a las bodegas una valiosa información con la que no contaban: cuáles eran los vinos preferidos por los jóvenes.
El concurso se armó siendo éste abierto a la presentación de vinos por parte de todos los productores e importadores de vinos en el país. El protocolo de catas es similar a otros concursos. No se pueden catar más de 45 vinos por día; las tandas son de hasta 15 vinos con un descanso; debe haber un número mínimo de cinco catadores por comisión. La única diferencia fundamental entre VinoSub30 y los demás concursos de vinos es la edad de sus catadores.
Creemos que los jóvenes tienen la tarea de definir el futuro del vino. Hoy no sólo los jóvenes especialistas saben de vinos, de varietales, de sus diversos tipos; hay un interés que se ha desplegado mucho en los últimos años, un deseo de ser conocedor y poder tener una calificada apreciación en el momento de seleccionar un vino. Elegir un vino y saber de él es un signo de distinción, y hoy en los grupos de veintipico en adelante se distingue quien tiene ese conocimiento gourmet. Por eso nos ha interesado descubrir cuál es la preferencia de este segmento, conocer la tendencia en su gusto, saber cómo está llegando al vino y cuáles son los aspectos que destaca.
En 2008 iniciamos la realización del concurso VinoSub30 en España con gran éxito. Nos dimos cuenta que la problemática en los diversos países es la misma: cómo hacer para acercar a los jóvenes que no tuvieron vino en su mesa durante sus primeros veinte años. Nos interesa promover el consumo moderado y valorativo del vino en tanto alimento y parte de nuestra cultura, alejando a los jóvenes del consumo indiscriminado de alcoholes. Buscamos captar con el concurso la atención de los consumidores jóvenes y detectar tendencias de consumo promoviendo el vino como un alimento genuino, natural. El vino hoy comienza a importar al paladar joven, y al acercarlo a los jóvenes éstos serán quienes lo recomienden.
Todos los años abrimos un registro de posibles catadores. Nos llueven las propuestas de jóvenes que quieren venir a catar. Pedimos un curriculum vitae y no admitimos en el panel gente que tenga relación con bodegas o trabaje en una. Hay un enólogo que es responsable técnico de las catas, que pertenece al mismo grupo etario que los catadores.
Las bodegas al principio no entendían bien la propuesta y nos enviaban vinos económicos, rosados, frutados, dulces pensando desde un prejuicio que esos eran los vinos que los jóvenes premiarían.
Hoy luego de años de realizar el concurso podemos decir que los jóvenes se acercan al vino sin prejuicios. No hay un único estilo que privilegien por sobre los demás. Gustan de vinos simples, frutados y económicos, pero también reconocen la calidad en vinos de guarda con madera. Como ejemplo podemos decir que han ganado premios importantes, vinos blancos que en general no son premiados en otros concursos tradicionales y también grandes vinos tintos que, a pesar de no ser los que habitualmente consumen por su precio, son reconocidos por su calidad.
Este año VinoSub30 se realizará en la vinoteca Uva Mystic de Martínez los días 16 al 18 de noviembre. Como todos los años un panel formado por 30 jóvenes catadores degustará y premiará los mejores vinos a su entender.
Otras consideraciones
Los jóvenes consumen, venden y hacen el vino. ¿Cómo los tratan las bodegas?
La conclusión a la que llegamos puede parecer algo dura: las bodegas deberían estar seduciendo a los consumidores jóvenes porque los consumidores adultos no podrán comprar sus vinos por siempre. Es probable que muchos productores, sus agencias de publicidad, sus gerentes de marketing y encargados de prensa no estén aun hablándole a los jóvenes en una manera seria y si lo están no lo están haciendo de la manera que los jóvenes lo prefieren.
Durante estos ocho años en que realizamos el Concurso VinoSub30 escuchamos de los que tienen veintipico que se sienten discriminados por la comunicación que realizan las bodegas.
El problema de este maltrato (o destrato mejor dicho) es un grosero error económico. Hoy son miles los jóvenes subtreinta que intercambian sus experiencias sobre el consumo de vinos en miles de post en Twitter, en Facebook o en sus propios blogs.
La falta de una política de comunicación seria para este creciente grupo de consumidores implica un desconocimiento y una subestimación de su capacidad actual y su potencial futuro.
Es difícil creer que haya gente en la industria que piense que ésta es inmune al impacto de las redes sociales y a sus crecientes comunidades de jóvenes y apasionados consumidores.
Es fundamental conocer cómo hoy las jóvenes generaciones usan las plataformas sociales para intercambiar impresiones y experiencias sobre las marcas de los productos que consumen.
Las marcas ya no pertenecen a las empresas, son de la gente que las elige y hoy más que nunca hay que saber que en las redes sociales especialmente son los jóvenes quienes le han arrebatado el control del mensaje de las marcas.
Sin querer pontificar, me asombra la actitud de las empresas en el negocio del vino que continúan comunicando sus productos con los mismos mensajes que sirvieron en el pasado.
Sabemos que es temprano para pedir a los blogs, a Twitter y a Facebook que nos muestren un cambio substancial en la facturación de las empresas pero debemos entender que es allí donde se desarrollan las conversaciones en que las marcas ganan o pierden su prestigio. Y no podemos pensar que el vino es ajeno al impacto de estas conversaciones. El poder de las redes sociales está afectando gobiernos, ¿no les parece que en alguna manera puedan afectar a las marcas?
Claro está que no todos los productores están errados o carecen de estrategias de comunicación orientadas a los jóvenes y las redes sociales pero este es el momento de pensar si lo que hacen (o dejan de hacer) es efectivo.
No se puede ignorar a una generación para siempre. Los humanos no somos eternos y pasados los 50 es mucho menos lo que podemos llegar a consumir.
¿Cuál sería la razón para que una bodega que hace buenos productos, aceptados por los jóvenes no tiene una política de comunicación orientada a esta franja de consumidores?
El desarrollo de muchos negocios estuvo durante años referido al consume de los adultos. Ellos han hecho que muchos jóvenes conozcan y respeten algunas marcas. Hasta ahora venía funcionando una comunicación que impactó en padres que tienen más de sesenta años y en hijos que hoy tienen cuarenta años o más casi por igual. Además las estrategias se valieron del efecto derrame, de padres a hijos.
Pero con los subtreintas la estrategia merece una revisión importante. La generación subtreinta actual es la mayor que el mundo haya conocido. Son nativos digitales, saben moverse en las redes y saben lo que buscan. Lo interesante es que los jóvenes hoy no están de un solo lado del mostrador. Son muchos los enólogos subtreinta a cargo de importantes bodegas y lo son también los directivos de bodegas, los gerentes de marketing, los periodistas y los blogueros que tienen al vino por materia.
La industria del vino para su crecimiento necesita de los jóvenes consumiendo, haciendo y comunicando el vino a su propia generación. El interés que los jóvenes demuestran por el vino en Argentina es tal que los convierte en una pieza esencial para el desarrollo de una industria sólida en los próximos años. No podemos ocultar esta verdad.
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