
Esta fue otra linda visita, surgida espontáneamente y corta para mi gusto.
Pasó que yendo a visitar Ojo de Vino (en remise), poco antes de llegar, pasamos delante de Viña Las Perdices y en verdad no tenía idea que estuviera allí, sino la hubiera gestionado con tiempo.
Entonces, cuando terminamos con lo de Dieter Meier, Juan González Pessinatti (el enólogo) nos ofreció alcanzarnos a donde parábamos...