Encuéntrame en Google+. Vinos en Buenos Aires: El mundo del Vino II

jueves, 25 de marzo de 2010

El mundo del Vino II

En la nota anterior sobre el mundo del Vino, hablé algo de como introducirse o tratar de empaparse más del tema. Hoy quiero meterme con el Vino en sí mismo, con la atención hacia él.

Las sensaciones
Entramos al terreno de los descriptores y entramos a un "mundo de sensaciones" (cual Sandro... Jeje), oler, gustar y saborear el Vino.
En otra nota voy a referirme a esto de los sentidos, pero no quiero olvidame de la importancia del tacto (con la lengua, encías y paladar se pueden sentir cosas con el vino) y también de la vista.
Sobre las percepciones personales también voy ampliar cuando profundice con los sentidos, pero más allá de los límites de cada uno, todos podemos sentir bastantes cosas al degustar vinillos. Solo es cuestión de educarnos.
Hay que enfocarse, probar mucho vino. Pero también, oler todo y prestar atención a los sabores de todo lo que comemos y bebemos.
Quien no tenga experiencia o no haya indagado en ver si encuentra tal cualidad en la copa, tiene el trabajo más largo en el tiempo: aprender a detectar los descriptores que puede ofrecernos esta noble bebida.

Aprendiendo
La idea es ir de mayor a menor...
¿Comó? No será al revés!! Se va de menor a mayor, no??
Sí, pero me estoy refiriendo a percibir cosas, a detectar. Y primero se va por el estilo principal y después por los detalles (de mayor a menor).
1ro vamos a buscar si el Vino es frutado o especiado, si tiene notas a panadería o lácteas y si hay algo de madera (O todo junto, no?). Si va por lo frutado, el umbral siguiente es sacar (o no) que fruta es (y si era especiado, que especia y así).
Esto deriva en que al describir un Malbec, se hable de frutado, pero más afilado, de fruta roja y hasta de Ciruelas Rojas.
Así como el un Sauvignon Blanc, de algo herbáceo o verde y yendo más allá, de Pasto Cortado. La posibilidad de avanzar en la definición es posible para muchos, ya sea naturalmente o en base a entrenarse.
Esto lleva tiempo (práctica) y es un aprendizaje constante. Aunque en un momento (dependiendo de las ganas y la práctica) se llega a una barrera propia, en que ya podemos asociar con casi todo lo que conocemos y solo queda descubrir esos descriptores sin asociación o nuevos aromas o sabores que encontremos en la vida.

En la boca
Además de todo esto (o con todo esto), está el tema del gusto. Y al mismo tiempo que buscamos en la boca las sensaciones de la nariz (lo franco), vamos ponderando la acidez, el dulzor, el amargor y hasta lo salado del Vino. No es casual el orden en que nombré los gustos (respecto del Vino) y también ha entrado en juego el 5to (proveniente de Oriente): el umami.
También entra en escena el tacto, con la estructura o volumen en boca, lo untuoso o viscoso, los taninos (astringencia), etc..

Memoria
Lo de educarnos en la percepción aromática y gustativa, camina por la experimentación y el uso de la memoria. Oler frutas, especias, parques, bosques y hasta el taller mecánico!! Muchos se van a extrañar, pero hay aromas que también vamos a percibir al agitar una copa, que los recordamos de la ferretería o la pinturería.
Cada vez que queremos asociar algún aroma o sabor del Vino a un descriptor, estamos usando la memoria. Acá podemos definirla como memoria aromática o gustativa, pero en sencillo, es recordar algo que ya vivimos.
Fijar la atención en los recuerdos aromáticos y gustativos son la clave de este maravilloso aprendizaje.

Gustó o no gustó
Me corro del eje en que vengo, para meterme en un tema principal si los hay: el gusto. Y no hablo del sentido, sino de si gustó o no gustó.
Como consumidores es la cuestión principal y más allá que alguien diga o que leamos que tal o cual Vino es bueno o buenísimo, si no nos gusta, no hay mucho que hacer.
Es un tema complicado también, porque es la subjetividad pura. Todos tenemos algún gusto que sabemos no es bueno o hasta que no podemos difundir porque no es correcto o por temor a la burla.
Y en el mundo del Vino también pasa, nos vamos a encontrar descriptores y Vinos que no nos van a gustar a contramano del gusto general. Y lo mismo al revés, nos van a gustar cosas que la mayoría no.
Más allá de esto, hay que insistir con intentar educarse con esta (y otras) bebidas, puesto que todos sabemos (o recordamos) que el Vino o algún Vino no nos gustó en principio y sí después de tomarlo varias veces.
Cualquiera ha visto a un jovencito hacer muecas de desagrado después de oler o saborear un Vino, porque nunca probó algo de ese estilo (el mismísimo Vino, algún Varietal o el estilo de vinificación).
En esto es muy importante el alcohol, la acidez y el amargor (sueltos o combinados). Por eso los novatos entran por los Vinos Dulces o con dulzor importante.

Gusto y calidad
El gusto (lo de gustó o no gustó) se cruza con la calidad. Aunque a veces mal...
Lo ideal, sería como lo de las líneas paralelas: que se crucen en el infinito.
Van a ver, que a veces pongo que algún Vino no es de mi gusto, pero lo valoro bien (ahí cuenta la calidad o el gusto masivo).
Siempre trato de no calificar con mi gusto, pero opino con él. No se si se entiende... Mi gusto está ahí, pero lucho en ser objetivo.
Notar la calidad de un Vino lleva tiempo (de aprendizaje) y el problema es que a veces no va de la mano con el precio. Es muy común, que en el mismo rango de precios, encontremos calidades disímiles. Y también, que demos un salto de precio al comprar una etiqueta (supuestamente mejor) y no encontremos mejora de calidad. Por eso es bueno, pedir consejo o asesorarse (...ya sé, el tema es con quién, no?... Jaja)

No hay comentarios :

Publicar un comentario

Comenta, coincidiendo o discrepando, que ayuda a pensar mejor

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
 
Ir abajo ir arriba