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martes, 20 de diciembre de 2011

A 10 años

En una nota reciente hablaba de como nos gustan los números redondos y este es el mejor ejemplo: 10 años. Diez años del final del gobierno de De la Rúa. Del gobierno de la Alianza.

Me van a decir: pero este es un blog de Vinos!! Y sí, pero no solo de Vinos. No me puedo aislar de la faz socio-política de la vida.

Después de cenar iba a terminar la nota de los Vinos que tomé en Vinos de Lujo y mientras pasé esa comida en familia, miré en la tele varios informes recordatorios de esa realidad de hace una década y me dije: no lo puedo dejar pasar!!

De la Rúa
Voy a atacar mi autoestima y confesar publicamente que lo voté. Entendible, no? Lo votó la mayoría.
Pero eso no me conforma, pues no voté con otras mayorías anteriores (las de El Innombrable).
Sí aclaré a mis seres queridos y amigos, que lo hice con la nariz tapada (metafóricamente). Voté la lista por Chacho Álvarez y su Frente.

Más allá de signos de alerta anteriores, cuando renunció Chacho, me di cuenta que nos íbamos a la mierda. Y, en mi círculo, le reclamé a Chacho el cómo se fue, el que no prendiera fuego la presidencia: si nos vamos a la mierda, que sea con ganas, me decía...
Pero la historia solita nos llevó de vuelta a ese punto, y esos 19 y 20 de Diciembre las ciudades grandes hicieron sentir sus reclamos, soltaron su bronca, liberaron sus ansiedades...
Y podía haber sido peor: somos un pueblo bastante manso, bastante civilizado.

De la Rúa
Revisando mis sentimientos, fue tiempo después que me dí cuenta que el momento del crack no fue el renunciamiento de Chacho, sino cuando el nabo hizo lo de la mesa...


Igual, para el caso es lo mismo: estábamos siendo piloteados por una especie de Dr Jekyll, versión argenta y decadente.

De la Rúa
Me parece que lo importante es rescatar lo bien que rumbeamos hoy y acordarse de como rumbeábamos hace 10 u 11 años: directo al precipicio y sin reflejos. Lo viva que hoy está nuestra sociedad y lo dormida que entonces estaba.

Las ilusiones del 1 a 1. La represión a flor de piel. La falta de discusión política en la sociedad. La juventud no involucrada.

La ilusión que terminó de chocar con la realidad. La represión suelta otra vez. La discusión tardía y la alguna juventud que se despertó tarde y terminó mal o solo apaleada.

El hoy y el ayer
Lo importante es no volver a repetir esos errores o parecidos.
No olvidarse: tener memoria.

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