Replico una nota que publicó el maestro Ricardo Santos en Área del Vino.
Ni hablar que estoy totalmente de acuerdo.
Los mitos de la cata de vinos
En esta nota, Ricardo Santos hace un análisis del artículo "Thinking about tasting" de Andrew Jefford. Allí, el crítico asegura que catar un vino sin beberlo, es una falla monstruosa
En la cata, ¿se escupe o se bebe? Esta pregunta viene al caso después de leer un interesante artículo del crítico y periodista de vinos inglés Andrew Jefford publicado por Decanter.
Luego de apreciaciones entre catas a ciegas y con información de lo que se catará, Jefford suma una tercera opción: la de beber el vino que se está catando, es decir (y lo cito), hasta que haya pasado por el fondo de la boca, bajando por el esófago y llegando al sistema digestivo.
Continúa diciendo que la digestibilidad es un detalle importante de un vino excelente, tanto como lo son su complejidad y armonía. En el mundo real, tengan presente, todos bebemos. Nadie saborea y escupe, asegura.
Jefford reconoce, luego de veinticinco años de profesión, que catar sin beber es una falla monstruosa (aunque inevitable) de toda crítica de vinos. Recomienda que el puntaje numérico de una evaluación sea seguido por alguna indicación de que la muestra fue bebida.
Como final, quiero citar textualmente sus conclusiones sobre el tema: Cualquier crítico que diga que nunca tuvo, luego de beber, que ajustar su evaluación inicial basada solamente en saborear la muestra, miente. Una nota o puntaje de cata es una hipótesis, pero beber es la prueba. Las hipótesis muchas veces son incorrectas.
Para pensar y comprobar.
Para leer el artículo completo de Andrew Jefford, haga click aquí.
Ni hablar que estoy totalmente de acuerdo.
Foto de Winereport.com.ar
Los mitos de la cata de vinos
En esta nota, Ricardo Santos hace un análisis del artículo "Thinking about tasting" de Andrew Jefford. Allí, el crítico asegura que catar un vino sin beberlo, es una falla monstruosa
En la cata, ¿se escupe o se bebe? Esta pregunta viene al caso después de leer un interesante artículo del crítico y periodista de vinos inglés Andrew Jefford publicado por Decanter.
Luego de apreciaciones entre catas a ciegas y con información de lo que se catará, Jefford suma una tercera opción: la de beber el vino que se está catando, es decir (y lo cito), hasta que haya pasado por el fondo de la boca, bajando por el esófago y llegando al sistema digestivo.
Continúa diciendo que la digestibilidad es un detalle importante de un vino excelente, tanto como lo son su complejidad y armonía. En el mundo real, tengan presente, todos bebemos. Nadie saborea y escupe, asegura.
Jefford reconoce, luego de veinticinco años de profesión, que catar sin beber es una falla monstruosa (aunque inevitable) de toda crítica de vinos. Recomienda que el puntaje numérico de una evaluación sea seguido por alguna indicación de que la muestra fue bebida.
Como final, quiero citar textualmente sus conclusiones sobre el tema: Cualquier crítico que diga que nunca tuvo, luego de beber, que ajustar su evaluación inicial basada solamente en saborear la muestra, miente. Una nota o puntaje de cata es una hipótesis, pero beber es la prueba. Las hipótesis muchas veces son incorrectas.
Para pensar y comprobar.
Para leer el artículo completo de Andrew Jefford, haga click aquí.
Comparto totalmente!!!! Cuando se cata a ciegas siempre hay que tragar el vino, por mas que sean varias muestras, esto tiene que ser así para apreciar totalmente el aroma de boca y el posgusto. Apreciar el vino en su plenitud!
ResponderEliminarEl problema es cuando vas a la bodega y te hacen probar demasiados vinos, allí hay que escupirlos para no marearse!!!!!
Salute