Botellas frustrantes

El Lunes pasado intenté armar esta nueva sección y no me salió. Sé que arranqué tarde y buscar redondear un concepto, a veces no es fácil.

Elegí el Lunes, porque sería el peor día de la semana.
También, porque sería el día hábíl después de cuando más se toma (el fin de semana).

Imagen de un blog abandonado

La otra pata, es el de las botellas malas o flojas.


Botellas frustrantes
Todos sabemos que algunas botellas fallan -o no están como deberían- y que es multicausal: enfermedades del corcho, problemitas de la vinificación que se pueden potenciar (brett por ejemplo), el dónde y cómo estuvo la botella hasta su apertura, y seguramente hay algunas más que se me están escapando.

Pero otra veces uno no encuentra ningún defecto (que conozca) y el Vino o está apagado o no brilla como lo pintaron. ¿Qué pasa ahí?

El problema mayor, viene por las etiquetas (o añadas) que antes no tomamos, porque uno queda dudando de su mala suerte (cuando el Vino tiene pergaminos).
Uno compró por recomendaciones: por puntaje, por elogios del periodista especializado o sommelier que uno sigue, o del vinotequero amigo. Sin olvidarnos de los amigos enófilos.
Todas personas o medios en que uno confía.
Qué pasa cuando la botella no responde a las expectativas? Cuando está lejos de lo que marcan los pergaminos?



Están los casos que uno prueba (gustando más que la media) y después, compra mediante, lo que abre no brilla como en aquella degustación.

Y una vuelta más de tuerca: cuando compramos varias botellas y todas salen mal o flojas?... Y peor: cuando uno termina cruzándose varias veces con un Vino, sabiendo que cada botella tenía orígen distinto (de distintas personas, de distintos comercios) y nunca sale como se decía...

Imagen de internet

Algunos implicados en hacer o vender Vino me han dicho que tengo mala suerte, pero siempre fue cuando los implicaba (la mala suerte era cuando el problema era con su Vino).

Me han dicho y he leído, que no se puede afirmar que un Vino es malo o flojo por una botella que salió así, que no se puede matar a un Vino por una botella.

Claro, entonces yo podría pensar que tampoco se puede afirmar que un Vino es buenísimo por tomar una botella buenísima, no?

Qué berenjenal, no?

Hasta acá llego, porque tampoco me tiro tierra arriba por deporte... Muchos que están del otro lado del mostrador (en el hacer y/o vender o en el marketing contratado) no ven nada bien que se hable, de esto.
Aunque más que nada es cuando están implica sus productos.


Hoy no voy a sacar ninguno, porque quedarían muy expuestos y no es la idea. Pero tengo unos cuantos esperando en las listas de Lo que viene, lo que viene (recuadro de la 1er columna, bien arriba) y Avances de Notas (2da pestaña abajo del encabezado), que saldrán el Lunes próximo y en próximos Lunes.