Club Sueco

El Jueves fui a cenar con mi mujer al Restaurante del Club Sueco, sito en Tacuarí 147 5º Piso. Un lugar tranquilo y sobrio. Con una cocina de ingredientes de muy buena calidad y platos muy logrados.

Lo conocí el año pasado -almorzando con un amigo- y me gustó muchísimo. Voy a repetir mi comentario de entonces -en Guía Óleo-, pues resumió mis impresiones y sigue vigente:

Excelente propuesta y en un quinto piso. Al salir del ascensor, uno parece haber salido de la máquina del tiempo y vuelto a los setenta... Impecable ambiente retro de lujo. El salón principal es más moderno, pero mantiene la sencillez y sobriedad. Excelente espacio entre las mesas y un ambiente para nada bullicioso. Menú con pocas opciones -al igual que la carta de vinos-, pero que no defrauda. Buenas porciones y permiten descorche. Se nota el constante esfuerzo por superarse. Excelente Relación Precio Calidad.

Por ahora, solo atienden las noches de Jueves. Pero creen que desde Agosto, va a ser Jueves y Viernes.

Luego de acomodarnos, llegó una bienvenida de Chakana Sauvignon Blanc 2008 (muy interesante) en copas -técnicas de degustación- y dos tarteletitas muy elaboradas de sabores intensos, contrastantes y poco habituales a nuestro paladar.

Llevé una joyita de la cava, un Pr1mus Merlot 2003 ($ 230) y 15,5% (!) de alcohol que anduvo muy bien con los platos. El descorche sale $ 15 (Valor Inteligente. Ya que ganan lo que con un vino de $30, sin poner capital) y las copas son copones de primera calidad.
Las uvas de esta línea ícono de Salentein (Tunuyán, Valle de Uco, Mendoza) son de viñedos seleccionados de 27 años promedio. Pasan por una selección de racimos, un descobajado suave, una selección de granos y no se muelen. Van a una tolva con hielo seco, que cuando se llena, se vuelca (no se usan bombas) en cubas de roble francés con control de temperatura. Ahí fermenta y luego es criando 19 meses en barricas nuevas de roble francés. Este Merlot (sin filtrar) tuvo una producción de 11.432 botellas numeradas y el Enólogo es Laureano Gómez.
A la vista, resultó profundísimo y los 15,5º no se notaron nunca. Aromas bien intensos a hoja de tabaco que no se fueron en ningún momento. También mostró un especiado y fruta confitada más atrás. En boca resultó franco y con mucha estructura. Bien concentrado, pero también muy tomable y aterciopelado. Y larguísimo.
Súper disfrutable, pero la RPC transita entre lo Malo y lo Regular.

Volviendo a la comida, abrimos con una Entrada de Paté de Hígado de Cerdo con crocante de Lino, Ensalada de Hojas Verdes y Vinagreta de Naranja ($ 23). Riquísimo plato que provoca un muy interesante juego de sabores (algunos nada frecuentes o por lo menos, así juntos) activando como pocas veces las papilas gustativas.

La panera es medida, con varios tipos de panificaciones -algunos con semillas y pasificados y otros anisados (que hace mucho que no probaba)-. Desde panes con miga esponjosa a grisines bien crocantes. Todos muy ricos y logrados.

En pricipales fuimos por un Salmón Rosado y Verduras Mini al Vapor acompañado de Quinua ($ 46) y unos Ñoquis de Batata Rellenos con Queso de Cabra, salteados con Tomates Cherry, Olivas Negras y Albahaca ($ 30). Qué decir... Magníficos. El pescado en un punto ideal y las verduras con sabores bien auténticos (ingredientes de primera). Los ñoquis muy originales y ricos, y los tomatitos y aceitunas mostrando sabores muy buenos (puedo resultar reiterativo, pero me sorprendían constantemente).

Postreamos una Tarta de Arándanos ($ 16) que no resultó lo dulce a que estamos acostumbrados. Pero estaba bien hecha.
La acompañamos con una copa ($ 18, un Excelente Precio) de Rutini Vino Dulce Encabezado de Malbec 2005 (de La Rural, $ 133, Alc. 17,8%, 18 meses en barricas nuevas de roble francés) muy rico pero caro.

Terminamos con un shot ($ 12) de akvavit (o aquavit: agua de la vida con 40% de alcohol...) y dos cafés espressos bien modernos (de cápsulas), exquisitos.

Relación Precio Calidad Excelente.


Mi nueva opinión en Guía Óleo.