Encuéntrame en Google+. Vinos en Buenos Aires: Revista recomendada

jueves, 15 de octubre de 2009

Revista recomendada

La edición del mes pasado de la revista de vinos El Conocedor (nº 59) trajo como nota principal, la reunión que lograron con más de cuarenta de los enólogos más reconocidos de la Argentina. Probaron sus vinos, se les hizo un breve cuestionario y llevaron a cabo un debate que condujeron Fabricio Portelli y Giorgio Benedetti por casi cuatro horas. Una reunión inédita.

Se trató el cambio de la viticultura en los últimos años y el rol de los enólogos en la misma.
Hoy se escucha muchísimo que el vino nace en el viñedo, pero en nuestro país recién se empezó a asociar las tareas agronómicas a las enológicas en los noventa... Hasta finales de los 80, se hacía enología correctiva, casi ninguno viajaba al exterior para ver por donde iba el mundo y ni siquiera tenían contacto entre sí. No se intercambiaba información con el ingeniero agrónomo, quien se limitaba a entregar la uva en fechas preestablecidas (y fijas año tras año!) del almanaque y el enólogo hacía lo que podía, sin poder siquiera influir en el trabajo de viñedo.
Hoy en día, son una dupla inseparable y todas las decisiones se toman en conjunto. Aunque también, es innegable el nivel de importancia que tomó el enólogo: su protagonismo creció hasta casos de opacar las marcas o al dueño mismo de la bodega.

La nota también hace incapié en la camada de los de menos de 40 años, que cuentan ya con muchos logros y reconocimientos (cosa impensable antes de 1990).
Y estos logros, son ya de nivel internacional. Pues otro de los cambios, es que hasta entrados los 90, nos tomábamos todo el vino que producíamos. Para hoy en día, ser el séptimo país exportador por volumen y el décimo en valor.
En los 80 se priorizaba el volumen por sobre la calidad y a lo largo de los 90 se fue invirtiendo ese orden, en una transición que encima transcurrió por cambios económicos drásticos y hasta dramáticos (devaluaciones terribles, anclaje al dólar estadounidense, tensiones propias de ese anclaje irreal, larga recesión y un final explosivo a comienzos de la década actual). Digamos que las bodegas, empezaron a fijar la mirada en las exportaciones, cuando nuestro mercado interno se deprimió promediando los noventa.
Algunas, con más visión y/o poder económico, desde el arranque de la Convertibilidad y la mayoría a partir de ese freno del consumo interno, fueron ya en masa a modernizar la tecnología de bodega y eso también sirvió para revalorizar las decisiones enológicas. Y al papel del enólogo en el logro de vinos valorados en el mundo.

En fin, quienes tienen la revista ya habrán disfrutado de la nota y quienes no, traten de conseguir el número y si pueden de seguir la revista.
Ni hablar, que no comparto algunas editoriales y opiniones de autor, algunos puntajes y que haya tantas publinotas, pero suscribo la autovaloración que hacen de su producto, pues es la mejor revista de vinos de la Argentina de la actualidad. Y diría, desde que Simposium la relanzó en mayo de 2008 (después de comprarla a finales del año 2007).
Por mi parte, estoy suscripto desde hace un año y sigo muy conforme por los $ 15 que cuesta.


Otra valoración sobre el mismo tema por el amigo Mr. Wines.

Pd.: La nota de Gustavo Choren Las 7 maravillas de la vitivinicultura argentina es muy interesante y el punto sobre el bosque encantado de Malbec cimarrón, que habla sobre un viñedo abandonado de más de 60 años en lo que hoy es una isla a unos 20 km. de Carmen de Patagones, está tan bien relatado y es tan interesante (hay una foto con esas cepas y sarmientos gigantes, de crecimiento descontrolado y realidad salvaje que impresiona), que dan ganas de ir ya a visitarlo.

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